Este es el primero de cinco artículos que postearé en relación a
Para mí, significa saber quién
soy, conocer cada detalle de mí mismo, mi interior, mi exterior, lo que soy,
cómo soy, de qué estoy hecho, porqué soy así, lo que hago, cómo lo hago, lo que
es correcto o incorrecto, lo que conviene o no conviene, lo que me gusta y lo
que no me gusta, lo que valoro o sí estoy de acuerdo, lo que rechazo o estoy en
desacuerdo, lo que amo, lo que quiero, lo que deseo, lo que busco, lo que
anhelo, lo que temo, si me acepto, si me apruebo, mi pasado, mi presente, mi
futuro, la vida, la muerte, y cualquier cosa que se me ocurra acerca de mí
mismo y en relación al mundo que me rodea.
La búsqueda de sí mismo, de la
propia identidad, es una preocupación tan humana que demuestra nuestra
inteligencia. Algunos lo tienen bien resuelto, otros nunca lo zanjan. Y es que
esta preocupación tiene que ver con el gusto o disgusto consigo mismo.
Esta es una corriente filosófica que
se dedica a esta preocupación del sí mismo, donde su representante más conocido,
el escritor francés Jean Paul Sartre ( y su esposa la escritora francesa Madame
Behauvoir ) redunda en la
LIBERTAD , como el valor más importante, como la esencia del
ser humano.
A través de las redes sociales
como el facebook, en los cientos de posteos de gente común y silvestre, se nota
esta tendencia existencialista, lo que para mí es algo muy sano, el mejor punto
de partida para cualquier desarrollo u objetivo personal. Conocernos mejor como
homosexuales es un imperativo, algo digno de compartir, pues si oficialmente
existe una educación hétero-normativa y no una educación igualitaria ( y mucho
menos homosexual ) la mejor alternativa es la educación autodidacta, donde la
opinión y experiencia de cada quien es válida para construir poco a poco ese
conocimiento del sí mismo existencial-homosexual.
Este es el factor más poderoso
que influye en la identidad. Encajar en la sociedad es una constante vital como
seres sociales que somos, por eso desde pequeños se nos educa para cumplir con
tal o cual requisito. Dicen que la adolescencia es la edad crucial, pero creo que
la identidad no es una cosa fija, sino más bien evoluciona con el tiempo.
Lo que hoy somos o sentimos,
varía según la experiencia vivida, por eso podemos mejorar o empeorar según la
variable del entorno. “Dime con quien
andas y te diré quien eres” reza un antiguo y anónimo refrán extraído de la
sabiduría popular, que describe muy bien a la identidad como un ente que no
puede disociarse de los demás.
El título “Identidades” está en
plural, ya que en principio, existe una identidad por cada persona. Cada uno
somos un mundo diferente, por lo que somos millones y millones de identidades
en este planeta, al igual que las huellas dactilares, lo cual significa que la
identidad es algo multivariable, multidiverso.
Pueden haber parecidos,
coincidencias, pero siempre diferentes, no puede haber uno exactamente igual al
otro. Sin embargo, a pesar de dichas diferencias, hay cuestiones comunes y
afines que nos acercan, que nos asocian con unos más que con otros : esas AFINIDADES
nos definen individualmente y como colectividad, definiendo a su vez, al grupo
de personas afines, teniendo en cuenta que las afinidades también son
multivariables y multidiversas, unas más fuertes y atractivas que otras.
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