AGOSTO POSITIVO

Siempre escribo artículos de opinión y casi nunca escribo sobre mí mismo, sobre lo que me sucede o cómo me siento. Creo que ése es un aspecto muy mío que no vale la pena compartir, sobre todo si se trata de algo penoso pues no me gusta expandir ondas negativas, pero esta vez es diferente, necesito escribir esto para compartir mi bienestar interior, pues este mes me ha resultado muy especial, tanto en lo laboral como en lo social y espiritual.

En cuanto a lo laboral, he adquirido nuevos clientes, he tenido harta chamba, he sido puntual con los trabajos, y por fin tuve tiempo de reponteciar mi compu, además de añadirle la famosa antenita de internet, pues estaba desperdiciando el Wi Fi que hay en casa, o sea, no más pérdida de tiempo yendo a cabinas.
Además, un ex-cliente, con quien corté relaciones porque me traicionó ( me debía mucho dinero por trabajos no pagados y la última vez me prometió pagarme, cosa que no hizo ) me llamó para disculparse, me canceló toda su deuda en mi cuenta corriente y me ha dado nuevos trabajos.
Considero que el dinero no es lo más importante, sino la palabra de honor, la honestidad, el dinero es tan sólo un instrumento para medirlas. Sin esos principios no somos nada, perdemos la confiablidad y la amistad de los demás, por eso, antes que trabajar con alguien adinerado, prefiero trabajar con alguien honesto, esa es la mayor riqueza. Dicen que el dinero no hace la felicidad, pero ser valorado monetariamente con justicia por tu talento y esfuerzo sí es parte de la felicidad.

En cuanto a lo social ( y físico ) un amigo me llamó para volver al vóley, tiempo que no jugaba. El y yo compartimos la misma decepción por el entrenador que nos enseñaba dicho deporte como colaborador de cierta institución LGT ( soy un novato nivel “Z” pero con la práctica ya avancé al nivel “Y” ) . Se supone que era nuestro profesor, ya que dictaba esas clases deportivas ( las cuales no eran gratuitas ) pero como profesor es pésimo, pues considero que un buen maestro se enfoca más en enseñarle al que no sabe, pero él se enfocó más en los que ya sabían, en los que ya dominaban la pelota, por eso sí lo considero un buen entrenador, pues él estaba allí no para enseñar al que no sabe, sino para formar un buen equipo y dar la talla en campeonatos LGT.
Cosas tan simples como ésa me hacen pensar que la DECEPCIÓN está a la vuelta de la esquina, delante de nuestras narices, y no podemos evitarlo, así es el destino, por tanto, debemos saber adaptarnos, saber esquivar el dolor que ello deja.

En cuento a lo espiritual, me encontré de casualidad con un ex, almorzamos juntos en el mismo restaurante donde siempre almorzábamos. Allí sirven un excelente menú y un músico en vivo toca conocidas canciones en su versátil teclado. Con las canciones, nos lanzamos divertidas indirectas "Que seas feliz aunque no sea a mi lado", "No te necesito", "Ya te olvide", y me habló de su nueva pareja. Me siento feliz por él. Yo, como siempre, no siento esa necesidad de emparejarme. Siempre me ha gustado sentirme libre de ataduras, divertirme sin que me celen o me prohíban o me reprochen, o peor que eso, ser yo quien cela o prohíbe o reprocha, es como ponerme yo mismo la cadena al cuello.
El amor es un misterio del destino que llega de casualidad, contra la voluntad, como una lotería sin haber comprado el boleto, por eso me considero un pez nadando en la libertad del océano, pero con el riesgo de caer en las redes del amor. Mientras que unos rezan por una pareja, yo ruego no enamorarme.
También me reencontré con un ex-amigo con quien, ante su asombro y sin explicaciones, había cortado relaciones, hace como dos años, hasta lo eliminé del Facebook, no merecía ser mi amigo. Yo le era incondicional, cooperador, colaborador, no niego que tenía un sentimiento especial que poco a poco iba creciendo, pero me decepcionó grandemente. Estando dentro de una galería, se acercó a mí, conversamos, reímos, me habló de su pareja y hasta me regaló una revista que estaba editando.
En la disco ( el Paris me encanta ) me reencontré con otro amigo que formaba parte de un grupo al cual yo pertenecía pero renuncié por serias diferencias en cuanto a principios. Le dije que me había molestado no sólo con el master sino con todo el grupo que había asistido a la marcha LGT del año 2011, mi última marcha. Bailando y riendo nos arreglamos.

Creo que el universo me sonríe y yo también sonrío porque todo se está redimiendo a mi alrededor, y en ese sentido, todo se está re-ordenando, todo está volviendo a su lugar, aunque dicen por allí que nada vuelve a ser como antes, puede ser cierto, se pierde ese brillo de espontaneidad que había al principio, como un jarrón hecho pedazos que uno luego pega con cola. Por mejor pegado que esté, de todos modos ya no es el jarrón original.
Sé que faltan las disculpas de otros más, ya ellos reflexionarán con el tiempo, me darán la razón y terminarán acercándose, lo cual no es humillante, hay que tener valor para eso y lo valoro. Considero que el perdón es un acto de dos personas, el que pide perdón y el que perdona, sé perdonar y sé que estoy actuando en lo correcto. Además, me siento tan bien que soy capaz de perdonar a cualquiera que me haya ofendido o decepcionado ¿para qué guardar resentimientos? Si el amor es una energía capaz de renovarnos o enriquecernos, el odio también es una energía capaz de destruirnos, por eso es mejor alejarnos de quien nos daña y acercarnos a quien nos valora.

Recuerden "LA AMISTAD ES ORO Y EL AMOR UN TESORO"

¡¡¡ FELICIDAD PARA TODOS !!!



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