domingo, 24 de enero de 2010


TERCER PUESTO ( EMPATE )

CONCURSO EPICENTRO 2009


En estos momentos de angustia, lejos de mis seres queridos, lo único que puedo hacer es reflexionar, mientras espero mi muerte. ¡¡¡ Cómo me duele la cabeza !!!.

Yo sabía que mi vida corría peligro, que algún día podía suceder lo peor, por más medidas de seguridad que tomase. Me dijeron una y otra vez que lo dejara todo y viajara a Francia, por las amenazas de muerte que recibía a diario. Pero, ¿quién más se encargaría de los albergues?

Faltan manos para atender a tantos jóvenes arrojados de sus hogares tan sólo por el hecho de ser como son. El gobierno no quiso tomar cartas en el asunto, ni ante la presión de las Naciones Unidas. No tenía garantías, creo que nadie las tiene en este país tan convulsionado.

Siento como que todo lo que he hecho es en vano, como si nada tuviera solución, y sin embargo, me siento orgulloso de ser como soy. Pero no puedo negar que me muero de miedo, eso me hace doler más la cabeza. Quisiera sentirme protegido, abrazado por un ángel, o tal vez abrazado por mi padre.

Mi padre … ¿dónde estará mi padre? El no me perdonó y una mañana partió hacia otros rumbos. Mi madre fue comprensiva conmigo, pero en estos años me sentí mal por ella, como culpable de ese abandono. En cada sonrisa suya veía en el fondo una lucecita de nostalgia por ese señor que me dio la vida y a quien sigo extrañando. Pero alguien tenía que hacer algo, y Alá me tenía deparado este destino, y pienso cumplir hasta el final la promesa que le hice. Alá no es como dicen esos locos fanáticos, Alá es bondadoso y está de mi parte, de nuestra parte.

¿Cómo llegué aquí? Yo venía de uno de los albergues y me dirigía en mi auto a las oficinas, cuando unos encapuchados me interceptaron y a golpes me introdujeron en el asiento trasero de su auto. Con razón me duele tanto la cabeza.
No sé dónde me encuentro en este momento. Deduzco que es una hacienda abandonada, en las afueras de Bagdad, ya que no escucho ruido de tráfico. Estoy solo en un cuarto, y se escuchan lamentos de otros secuestrados, en otros cuartos. La puerta tiene una rendija por donde me alcanzan sopa y pan. ¿Para qué comer, si voy a morir? No soy ningún tonto, sé muy bien que de ésta no saldré vivo. ¡¡¡ Carajo, me duele la cabeza !!!.

Esto es como una cárcel. Aquí traen a los jóvenes secuestrados para asesinarlos. Puedo ver a través de la ventana, cómo los llevan a rastras al patio para fusilarlos. Ellos se desgañitan pidiendo clemencia, pero nada les importa, esos salvajes los matan como si fueran animales.
No hay derecho, están en la flor de la vida ¿qué hemos hecho, porqué tanto odio?

El cielo está gris, como descolorido, triste. Es el día perfecto para mi muerte, ¡¡¡ pero yo todavía no quiero morir !!!.

Tiemblo de miedo, me duele la cabeza y no tengo fuerzas para nada, pero igual pateo la puerta y grito: “¡¡¡ MALDITOS HIJOS DE PERRA, ESTO NO SE QUEDARA ASI, TARDE O TEMPRANO LOS DESCUBRIRÁN !!!”. Tan sólo escucho una lejana respuesta : “Cállate maricón de mierda, tus horas están contadas”. Sigo pateando la puerta y grito más fuerte: “¡¡¡ COMPAÑEROS, SOY BASHER, A MI TAMBIÉN ME HAN SECUESTRADO !!!”. Y remato con una frase que ni yo mismo me la creo: “¡¡¡ VALOR COMPAÑEROS, ALÁ ESTÁ CON NOSOTROS !!!”.
Escucho unos pasos, vienen por mí. El miedo aumenta y mis piernas flaquean. Mi cabeza está por estallar. Estoy harto, quiero que termine todo esto de una buena vez. Ya me llegó la hora.


Espero que no haya sido en vano todo lo que hemos construido, que me sigan los pasos, que mi muerte no les haga perder la fe, que sigan luchando por la paz y nuestros derechos. Y que mi asesinato no quede impune.

Adiós madre, adiós amigos, adiós hermanos queridos.

Alá bendito, recíbeme en tu paraíso.


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Basher era un activista GLT en Iraq, donde fue asesinado en setiembre del 2009. Lo poco que se sabe de él, fue suficiente inspiración para crear esta ficción.
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